Los aranceles de Trump amenazan empleos
El anuncio del presidente de Estados Unidos de un aumento de aranceles para el acero y el alumunio preocupa a la industria.
05/12/2019 El PaísEl anuncio del presidente de Estados Unidos de un aumento de aranceles para el acero y el alumunio preocupa a la industria.
Las medidas proteccionistas anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pusieron en alerta a los empresarios argentinos vinculados a la cadena de valor del acero y el aluminio. “Nos tomó por sorpresa, puede generar problemas de empleo”, se lamentó el presidente de la Cámara Argentina del Acero, Carlos Vaccaro, al referirse a la reposición de los aranceles al ingreso de los productos provenientes de Argentina y Brasil anticipada por el mandatario estadounidense a través de Twitter.
La preocupación se trasladó también a los empresarios pymes metalúrgicos. Aunque el sector no está afectado directamente, desde la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (Camima) advirtieron sobre las consecuencias de la medida sobre la producción de un insumo fundamental para la industria local. “Necesitamos que, como garante de los intereses nacionales, el Gobierno nacional tome cartas en el asunto y, por vía diplomática, busque una salida a esta situación que puede agravar aún más el estado de estancamiento de parte de la industria metalúrgica”, señaló el titular de Camima, José Luis Ammaturo.
La decisión anticipada el martes a través de las redes sociales por Trump dejó en offside al Ministerio de Producción y Trabajo del gobierno saliente, que se limitó a expresar su sorpresa. El titular de la cartera, Dante Sica, se reunió este miércoles en Brasil con el secretario de Comercio Exterior y Asuntos Internacionales, Marcos Troyjo, en la antesala de la última cumbre del Mercosur antes del final del mandato de Mauricio Macri. No solo no se abordó una respuesta conjunta a las prácticas proteccionistas norteamericanas sino que las autoridades brasileñas impulsan al bloque a reducir el arancel externo común.
El anuncio de Trump todavía no tiene fecha para su entrada en vigencia pero la medida no es novedosa. En marzo de 2018 había anunciado la imposición de aranceles del 25 por ciento al acero y el 10 por ciento al aluminio, con excepción de México y Canadá, principales socios comerciales. Las gestiones diplomáticas permitieron revertir la decisión. Las exportaciones locales representan sólo el 0,6 por ciento del acero y 2,3 por ciento del aluminio de todas las importaciones estadounidenses.
“Tenemos una preocupación enorme por este anuncio, aunque todavía no se ha materializado”, dijo Vaccaro en declaraciones a Radio 10, al indicar que las exportaciones argentinas “no representan ningún peligro para Estados Unidos”. No obstante, el empresario consideró que las políticas proteccionistas norteamericanas pueden tener consecuencias sobre los resentidos niveles de empleo locales. Por su parte, Ammaturo agregó: “Si bien el aumento del arancel no alcanza a las pymes metalúrgicas, porque no son las fabricantes de aluminio ni de acero, como proveedoras de esa industria sí las afecta fuertemente cualquier incidencia que esta decisión pudiera tener sobre las cantidades fabricadas y su consecuente caída de producción”. El empresario enfatizó la importancia de contar con un Estado que sea “garante de los intereses nacionales” y señaló que “Argentina necesita del ingreso de dólares y las exportaciones son una de las maneras de ingreso genuino, por eso también resulta fundamental potenciarlas, defenderlas y alcanzar acuerdos con los países de destino”.
¿También Rusia?
A los desafíos que presenta el incremento a los aranceles para el aluminio y el acero que se exporta a Estados Unidos, el próximo gobierno también heredará nuevas restricciones para las exportaciones de carne a Rusia. La entidad estatal que supervisa la seguridad agrícola en ese país anunció la restricción para los envíos de carne proveniente de cinco plantas argentinas a partir del 18 de diciembre. La agencia rusa encargada de los controles fitorsanitarios indicó que halló en algunos envíos ractopamina, un aditivo alimenticio prohibido en ese país.