Macri se despide con los peores números
El Indec registró una aceleración de la caída en los niveles de actividad y consumo después de la devaluación pos PASO. En ocho meses la baja es del 2,3 por ciento.
25/10/2019 El PaísEl Indec registró una aceleración de la caída en los niveles de actividad y consumo después de la devaluación pos PASO. En ocho meses la baja es del 2,3 por ciento.
La actividad económica registró en agosto una caída del 3,8 por ciento frente al mismo mes del año pasado, informó el Indec. Salvo el agro y la minería, prácticamente todos los rubros tuvieron un desempeño negativo. El del mes pasado es el peor registro desde la baja del 7 por ciento de marzo, aunque con la diferencia de que en aquel momento la comparación interanual se realizaba frente al momento previo al estallido cambiario, mientras que esta caída de agosto es en relación a una economía que ya estaba en derrape por la crisis (había caído 1,8 por ciento en agosto de 2018 frente a igual mes de 2017). Entre enero y agosto, la baja acumulada de la actividad económica es del 2,3 por ciento. Según las últimas estimaciones del FMI, el PBI cerrará este año con una contracción del 3,1 por ciento, lo cual implica que en los meses que siguen la economía va a continuar en terreno negativo.
La economía de agosto estuvo marcada por la paralización de la actividad comercial luego de las PASO a causa de la fuerte devaluación del peso que borró referencias de mercado y quebró por unos cuantos días la cadena de pagos. La fuerte caída de la actividad en agosto está vinculada a esa situación de shock, mientras que la continuidad recesiva de los próximos meses se relaciona a los efectos de la devaluación, en particular, a la inflación que volvió a reducir el poder adquisitivo y, en consiguiente, achicó las ventas y el mercado interno. La caída interanual del 3,8 por ciento corta una breve racha de 3 mejoras al hilo (2,7 en mayo, 0,3 en junio y 0,5 por ciento en julio). En la comparación frente a julio, la economía de agosto anotó una baja del 1 por ciento, mientras que en ocho meses la disminución acumulada es del 2,3 por ciento. Si se compara agosto pasado con el mismo mes de 2015, la economía registra un achicamiento del 4 por ciento a lo largo de la gestión de Mauricio Macri.
Como viene sucediendo en los últimos meses, hay una fuerte heterogeneidad en el comportamiento de los sectores económicos. Por un lado, el sector agropecuario tiene una suba del 6,5 por ciento gracias a la mejora de la cosecha en relación a la campaña del año pasado, muy afectada por la sequía. También le dio impulso al agro el dólar caro, que mejoró mucho la rentabilidad en moneda local, al igual que en la minería, cuya actividad subió 3,8 por ciento.
En cambio, la industria manufacturera tuvo una baja del 6,6 por ciento. Según los datos de la UIA (que registró una merma global industrial del 7,2 por ciento interanual), el sector manufacturero de peor desempeño fue el automotor, con una baja del 37,5 por ciento. La industria metalúrgica se contrajo un 8,5 por ciento, mientras que la producción de insumos para la construcción lo hizo en un 7,2. La siderurgia bajó 5,1 y el sector químico, un 2,3 por ciento. Por su parte, tuvieron mejoras alimentos y bebidas (3,9) gracias a la molienda de cereales y oleaginosas y la industria textil (1,4 por ciento).
La construcción tuvo en agosto una baja del 4,6 por ciento, mientras que el comercio mayorista y minorista anotó una caída del 8,8. Para la CAME, las ventas minoristas de pymes en agosto se desplomaron un 18,6 por ciento. Sobresalió la caída de calzado y marroquinería (-22,3), farmacias (21,4), electrodomésticos y electrónica (-21,3), alimentos y bebidas (-15,1), juguetería (-17,6), muebles (-19,3) e indumentaria (-17,6). En tanto, el sector bancario tuvo una caída del 16,4 por ciento por el quiebre de la actividad crediticia, mientras que electricidad, gas y agua bajó un 3 por ciento.
«La actividad está lejos de haber alcanzado su piso, lo cual se confirma por la caída generalizada de agosto. Teniendo en cuenta los malos datos adelantados respecto del consumo y la caída del nivel de importaciones, cabe preguntarse qué sectores podrían traccionar en los próximos meses el nivel de actividad. Si bien el sector agropecuario contribuirá con el crecimiento del PBI, las altas tasas de interés domésticas, la falta de liquidez, la desaparición del crédito, la caída de salario real, la escasa obra pública y la fuerte devaluación son motivos que llevarán a la actividad a desenvolverse con escaso dinamismo», indicó el economista Javier Alvaredo, de la consultora ACM.