Microbasurales: el municipio estima que hay 400 en toda la ciudad de Córdoba

“Espero que los muchachos de la Municipalidad que empezaron a limpiar basurales por barrio San Vicente, pasen algún día por acá y recojan esta porquería amontonada desde hace rato.

“Espero que los muchachos de la Municipalidad que empezaron a limpiar basurales por barrio San Vicente, pasen algún día por acá y recojan esta porquería amontonada desde hace rato. Porque trabajar y vivir en esta zona resulta cada vez más difícil a raíz de los olores nauseabundos y permanentes que emana esta parva de inmundicia, sobre todo los días de mucho calor y humedad como los que soportamos esta semana”.

El deseo en tono de súplica y el rosario de lamentos son disparados al aire por Ambrosio Ruiz Ubero desde el portón trasero del depósito de máquinas y herramientas que Herrafer, la empresa de su propiedad, tiene desde hace 35 años en Esquiú 999, en la ciudad de Córdoba. La abertura da a Pablo Nogués, entre Ibarbalz y Juan de Garay, en barrio Pueyrredón, detrás del único galpón que queda en pie del ex-Mercado de Abasto.

El callejón corto –que muere a pasos del puente Maipú– se ha convertido en un vertedero de desperdicios a la intemperie que no deja de crecer gracias a las descargas degradantes, sin solución de continuidad, que realizan carreros, fleteros y vecinos desaprensivos que, al parecer, no encuentran mejor lugar que ese para arrojar bolsas con residuos, restos de poda y todo tipo de elementos de descarte.

“Nos hemos cansado de iniciar expedientes y denunciar esta situación en distintas reparticiones y en todas las gestiones, pero nadie nos lleva el apunte. Ojalá algún funcionario se digne a llegarse por aquí y registre en carne propia lo que padecemos los vecinos debido a este foco infeccioso, lleno de porquerías, ratas y animales abandonados”, eleva como plegaria al cielo el empresario.

Lo hace presionándose la nariz con los dedos a manera de broche y una publicación en la otra mano donde se informa sobre el primer operativo de desmalezamiento y retiro de basura que cuadrillas de trabajadores de Higiene Urbana y de Espacios Verdes desarrollaron el último fin de semana en la “República” de San Vicente.

Las tareas fueron supervisadas por el viceintendente Daniel Passerini y por el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano.

En la hoja de novedades de esa intervención quedó asentado que se retiraron del lugar 148 metros cúbicos de basura durante la jornada. Ese volumen equivale a 20 bateas y permite trazar como perspectiva del programa de limpieza unos 840 metros cúbicos de desperdicios que se levantarían por semana en los microvertederos que se han generado en la ciudad.

La línea de trabajo del municipio sigue los puntos marcados sobre un mapa en el que se destacan alrededor de 90 focos sépticos, distribuidos en el macro centro, en el primer anillo barrial y en la periferia de la ciudad.

“Esos son los basurales más emblemáticos, pero estimamos que en total suman unos 400 en toda la ciudad. No quiero hablar de la gestión anterior, pero esta es la ciudad que recibimos”, le dijo a La Voz Constanza Mías, subsecretaria de Gestión Ambiental y Sostenibilidad del municipio.

“Esos son los microbasurales en los que se intervendrá de manera prioritaria. No están todos, obviamente, pero se está trabajando en un relevamiento detallado”, informó. “Hay microbasurales que son tan grandes que llegan a interrumpir el tránsito en algunas calles”, graficó.

Las cuadrillas municipales han comenzado a trabajar en la zona de San Vicente, y en las próximas semanas continuarán en otros sectores de la ciudad. “Córdoba es una ciudad turística. No puede tener esta cantidad de basurales urbanos por todos lados”, opinó Mías. La funcionaria explicó que están trabajando junto a los CPC y a los centros vecinales para identificar los sitios más complicados para intervenir sobre ellos lo antes posible.

“Vamos a trabajar fuerte sobre la contenerización de los residuos, para que los vecinos tengan a dónde arrojar sus residuos, y en educación a través de los colegios para concientizar a la gente sobre la importancia de tener una ciudad limpia”, sostuvo Mías.

También en ese sentido, adelantó que se utilizarán cámaras de Caminos de las Sierras y de la Policía para identificar a quienes tiran basura en lugares prohibidos, y sancionarlos con la aplicación de multas.

Asimismo, se buscará que los basurales que sean remediados se conviertan en plazas o canchitas de fútbol, para que la gente no siga tirando desperdicios una vez que quedan limpios.

Un “basurero” cada 12 cuadras en Circunvalación

Tiradas. Bolsas de basura en un tramo de la Circunvalación.Caminos de las Sierras levanta unas 90 toneladas diarias de desperdicios de los 37 basurales irregulares que hay dispersos en los 47 kilómetros de extensión de la avenida Circunvalación.

Así lo aseguró Jorge Alves, presidente de la empresa concesionaria de la Red de Accesos a Córdoba (RAC). “El año pasado teníamos relevados 27 microvertederos, 10 menos que en la actualidad. Lo que podemos rescatar como positivo de esta situación es que si bien el número de basurales ha crecido, el volumen de basura que recogemos disminuyó de manera sensible”, consideró el directivo.

Para ilustrar el tema, precisó: “Un año atrás levantábamos unas 300 toneladas diarias y ahora estamos en el orden de las 90 toneladas; o sea, tenemos más basurales con menos basura”, resumió Alves.

También consideró positivo que cinco de los lugares de vertido de desperdicios registrados en 2019 fueron limpiados y saneados, con colocación de champas, forestación y otras mejoras.

“Uno de los puntos recuperados es el de Circunvalación y Spilimbergo; otro, en las inmediaciones del Tropezón; dos sobre la ruta 5 y el restante, en el arco norte de la traza”, señaló Alves.

Una fortuna, a la basura

El titular de la compañía calculó que –a valores actuales–, la empresa gasta unos 100 millones de pesos al año para levantar los desperdicios que se disponen en distintos lugares de la avenida de Circunvalación.

“El costo por tonelada de basura que recogemos está en el orden de los 3.500 pesos”, aseguró. La empresa hace el trabajo con empleados, camiones y recursos propios.

“Los vecinos desaprensivos que arrojan basura desde camionetas, autos particulares, camiones y todo tipo de vehículos son los principales responsables de este problema de higiene urbana”, razonó Alves.

“Lamentablemente este tipo de conductas desaprensivas no se sancionan con multas severas y nosotros no tenemos poder de policía para dar respuestas. Por eso, el de los basurales sin regular es un drama muy difícil de evitar y de abordar de modo eficaz”, concluyó el titular de la RAC.

Fuente: La Voz