Miramar: el municipio dispone de una huerta para sus empleados

Funciona en el predio donde se realiza el reciclado de basura. La misma tiene como fin el autoabastecimiento del personal municipal. Con la última cosecha también destinaron verduras para el almuerzo de las fiestas patronales

Funciona en el predio donde se realiza el reciclado de basura. La misma tiene como fin el autoabastecimiento del personal municipal. Con la última cosecha también destinaron verduras para el almuerzo de las fiestas patronales

Una interesante iniciativa puso en marcha el municipio hace dos años, en medio de la pandemia. Para aprovechar el espacio ocioso que quedaba en el predio donde funciona la planta de reciclaje, se armó una huerta que cuida un grupo reducido de empleados municipales que trabajan en el lugar, encabezados por Julio Condori.

Se trata de una «mini quinta» que tiene como objetivo el autoabastecimiento del personal. Así, dos veces por semana, Julio acerca los cajones de verdura al municipio donde se reparte entre los empleados para consumir en sus hogares.

Cuando la cosecha es abundante, las verduras también toman otro destino: como por ejemplo, el pasado domingo se donaron para el almuerzo patronal en honor a Santa Teresita.

«Conseguimos un predio bastante grande donde hacemos la separación y reciclado de basura. Una manera de mantenerlo limpio fue hacer una quinta, no para vender sino para el autoconsumo de los empleados municipales», contó a LA VOZ DE SAN JUSTO, el capataz Gustavo Pons.

«Dentro del plantel siempre hay gente mayor que ya no se pueden poner en trabajas pesados o fuertes, por lo que están en la planta de reciclado y en la huerta. Es el caso de Julio Condori, que se dedica casi exclusivamente a esto», puntualizó.

Por otro lado, Pons recordó que arrancaron con la huerta hace dos años y destacó el aporte que significó en pandemia. «Contar semanalmente con la verdura fue de ayuda para muchos siendo que el trabajo había mermado bastante durante la cuarentena», dijo.

Entre las verduras que se pueden obtener se encuentran: acelga, achicoria, rúcula, zapallitos, tomates, berenjenas, calabaza, repollo, entre otras.

«Es algo sumamente casero o interno, apenas un poco más grande que una huerta familiar. No es nuestra intención vender. Se trata de una huerta exclusiva para consumo de los empleados, pero cuando hay excedente se destina a otros fines : el otro día sabíamos de los festejos patronales por lo que el repollo y la lechuga y repollo fue las ensaladas que acompañaron el almuerzo de unas 200 personas», comentó.

«Aprovechamos el espacio y le damos una mano a los empleados para que no tengan que a salir a comprar verduras», concluyó.

Fuente: La Voz de San Justo