Con muchas chicanas pero ninguna respuesta
La ministra mantuvo varios cruces con los senadores. Defendió a la Gendarmería, dijo no saber siquiera si el artesano había estado en el lugar y responsabilizó al juez y los familiares por las demoras en la investigación.
17/08/2017 El PaísLa ministra mantuvo varios cruces con los senadores. Defendió a la Gendarmería, dijo no saber siquiera si el artesano había estado en el lugar y responsabilizó al juez y los familiares por las demoras en la investigación.
Luego de pegar el faltazo la semana pasada a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, finalmente se presentó en el Congreso para responder sobre la desaparición de Santiago Maldonado. Lo hizo ante los senadores y en la Comisión de Seguridad. El cambio por un escenario más reducido y amistoso, sin embargo, no le alcanzó para evitar los cuestionamientos y varios contrapuntos con legisladores opositores como Nancy González, Norma Durango, Ruperto Godoy y Virginia García, entre otros. Lejos de hacerse cargo de la situación, Bullrich hizo un alegato político, defendió a la Gendarmería pese a que varios testigos indicaron que fueron los responsables del secuestro y deslindó responsabilidades en la familia y la justicia. “¿Por qué el gobierno no asume esta responsabilidad de ponerse al frente de esta investigación para que terminemos con esta historia y que aparezca Santiago Maldonado con vida?”, la inquirió Godoy, quien protagonizó uno de los cruces más duros.
A más de quince días de la desaparición de Maldonado, la ministra de Seguridad ratificó la línea discursiva que ensayó el gobierno desde que el caso tomó estado público. Al momento de iniciar la reunión presidida por la senadora Sigrid Kunath (FpV-PJ, Entre Ríos), Bullrich dio la versión oficial sobre algunos hechos y aseguró que no manejaban ninguna hipótesis principal sobre el paradero del joven. “Todas las hipótesis están abiertas”, afirmó. Por momentos intentó enmarcar el caso como una más de los cinco mil desapariciones que se registran actualmente en argentina. “El juez hasta ahora no ha catalogado la causa como desaparición forzada de personas”, afirmó. Ante las reiteradas preguntas de los senadores, ensayó siempre la misma cerrada defensa de la fuerza de seguridad señalada por testigos de la comunidad mapuche como responsable del secuestro. Sostuvo que los uniformados que participaron del operativo son “personas respetadas y queridas en la zona”.
El primero en iniciar las consultas fue el chubutense Mario Pais (FpV-PJ), quien remarcó que miembros de la comunidad del Lof Cushamen, precisaron que hubo persecución, hubo apresamiento de Maldonado, golpes e introducción en un vehículo de las fuerzas de seguridad, que era la única fuerza de seguridad que estaba interviniendo, la Gendarmería Nacional. La sesión comenzó a subir de tono cuando intervino la pampeana Norma Durango (PJ-FpV) quien también preguntó por la Gendarmería y por las medidas que se habían tomado con los responsables del operativo. La senadora también cuestionó la designación de Pablo Noceti como jefe de Gabinete del Ministerio. “Vengo de La Pampa, señora ministra. Y sé que el señor Noceti fue el defensor de conspicuos y condenados miembros de la subzona 14, como fueron Fabio Lidiar y Néstor Crepi”, acusados de delitos de lesa humanidad.
Exaltada, Bullrich desarrolló su defensa política de la actuación de los gendarmes. “No voy a hacer la injusticia de querer tirar un gendarme por la ventana. Prefiero como ministra asumir la responsabilidad y dejar que la Justicia investigue”, afirmó, subiendo el tono. “Necesito a esa institución para todo lo que estamos haciendo –continuó–, para la tarea de fondo que está haciendo este gobierno. Si lo primero que hacemos es tirarle la responsabilidad al gendarme, acusarlo previamente, y echarle solo por el hecho de una presión mediática, sería una mala ministra de Seguridad.” A este punto, Bullrich exclamó sacando pecho: “¡Me la banco yo! ¿Saben por qué? Porque eso siempre es lo que ha pasado en el país”.
Inmediatamente después defendió a Noceti, quien la había asesorado cuando era diputada nacional y lanzó una chicana para el kirchnerismo. “Muchas personas de nuestra comunidad han tenido situaciones previas con la dictadura militar, como fue (Raúl) Zaffaroni, que fue juez en la dictadura y todos lo bancamos como juez de la Corte Suprema. Alicia Kirchner fue funcionaria de la dictadura en Santa Cruz, y todos permitimos que vivan en democracia. Midamos a todos con la misma vara”, sostuvo la ministra desviando el tema.
Durante otra respuesta, Bullrich buscó desarrollar un hecho de violencia cometido presuntamente por el grupo Resistencia Ansestral Mapuche (RAM), lo que fue cuestionado por varios senadores como un intento de asociar a toda la comunidad mapuche con acciones agresivas. “Están todos los elementos como para pensar que hay una desaparición forzada. La estigmatización y demonización de la comunidad mapuche. Se los asocia al terrorismo. Se dice que son enemigos de la patria. Se plantea que son separatistas, que quieren constituir una república. Todos estos argumentos que ustedes han esgrimido, desde el presidente para abajo. El presidente ha dicho que es un grupo violento y que está medio lejano a las cuestiones democráticas. ¿Esto sabe a qué me hace acordar? A cuando desaparecía alguien y se decía: ‘por algo será’. Esa triste frase. ‘Por algo será’”, aseguró Godoy, que mantuvo reiterados cruces con la ministra. La funcionaria actuó ofendida por la comparación y negó cualquier
A su turno, la chubutense Nancy González la cuestionó por la demora en encontrar el domicilio donde vivía Maldonado. “El Bolsón no es una ciudad donde viven millones de habitantes, es un pueblo donde se conoce todo el mundo. Que pasen 10 días para poder localizar el domicilio de Maldonado, realmente, es sospechoso. Tal vez no querían encontrar el domicilio y no que no sabían dónde vive”, advirtió la senadora. La ministra no hizo más que decir que ella estuvo muy preocupada y que insistió diariamente en que se localizara la vivienda. Además, negó que las camionetas utilizada por las fuerzas de seguridad hubieran sido lavada para borrar rastros. “Si las camionetas hubieran sido lavadas o violadas en sus precintos, el juez no hubiera realizado los peritajes porque hubiera considerado que no eran válidas las pruebas”, argumentó.