Ninguna provincia se salva sola
“Ninguna provincia se salva sola”. La frase pertenece a la diputada nacional del peronismo Julia Strada que es una economista formada en la Universidad Nacional de Rosario.
31/03/2025 OPINIÓN“Ninguna provincia se salva sola”. La frase pertenece a la diputada nacional del peronismo Julia Strada que es una economista formada en la Universidad Nacional de Rosario. Y refiere al federalismo extorsivo al que el presidente Javier Milei sometió al interior al recortar todos los aportes del Estado nacional en pos del superávit fiscal. Por eso, cuando abre apenas el grifo para provincias seleccionadas (la mayoría peronistas) consigue los votos que requiere en el Congreso para iniciativas como las del DNU ciego para contraer nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional.
Otras provincias, como las de la Región Centro -Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos- se alinean automáticamente porque sus gobernadores llegaron al poder con el voto compartido con Milei y no quieren pelearse con su electorado. Por eso esta semana en Santa Fe cuando Maximiliano Pullaro le pasó la presidencia del ente tripartito que siempre fue un decorado de escasísima utilidad práctica; le sumaron a los tibios reclamos por obras a la nación, la aclaración de que no eran una avanzada del “populismo”.
No lo dicen, pero todos estos gobernadores están encerrados en sus provincias. Pullaro ganó las elecciones con un enorme margen y tiene una imagen positiva que supera el 60 por ciento de los votos. Pero su partido, el radicalismo, no pasa los 5 puntos de preferencia en cualquier encuesta nacional para presidente. Martín Llaryora es heredero de ese artefacto exitoso que crearon José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti: El peronismo cordobés, un acuerdo que les permite gobernar Córdoba, gane quien gane en la nación. Pero ya se vió lo que pasó con Schiaretti cuando disputó la presidencia. Y Rogelio Frigerio en Entre Ríos se impuso con su imagen dialoguista que desarrolló con creces como ministro del Interior de Mauricio Macri. Cuando tampoco había federalismo pero se cuidaban las formas y se giraban las partidas correspondientes aunque recortadas.
La diputada Strada habla por experiencia propia. Presentó un proyecto para agregarle valor al litio. Se exporta carbonato de litio, pero si se hiciera una escala más, material activo, vale tres veces más. “Me dijeron de todo, lo que pasa es que cuando la minería es la caja de algunas provincias pasan estas cosas”, aseguró la legisladora. Y lo mismo le pasó con otro proyecto para los yerbateros de Misiones. La idea era que se vuelva a fijar el precio al productor de la yerba mate, porque en la góndola subió 60 por ciento pero el productor “está peor que hace un año y medio». «Le pagaban 250 y le quieren pagar 180, les importa más no romper la alianza con Milei que defender a sus propios productores”, se quejó Strada.
En el cónclave de la Región Centro, los tres mandatarios se mostraron como formando un “nuevo polo de poder”, aunque se sabe que si hay que declarmarlo es porque no está más bien cerca de la realidad. Y exigieron a la Casa Rosada: obra pública, baja de retenciones, apoyo a la producción y a la industria y, también, una mirada federal. “Aquí no venimos a pedirle nada a nadie, venimos a exigir que nos saquen el pie de la cabeza para que el campo, la industria, los puertos puedan producir con todo el conocimiento de las universidades para poder proyectar y generar más valor agregado”, sostuvo Pullaro.
Ese es el otro punto. Si la nación no responde, las provincias se quedan sin gestión, sin políticas públicas. Se ven obligadas a un “hágalo usted mismo”, pero con la décima parte de los recursos y el triple de tiempo de ejecución. Y a la vez, cada vez más, están obligadas a endeudarse para sostener.
En estos días se anunció como un gran logro que Santa Fe consiguió un préstamo de 150 millones de dólares del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, para todos los accesos a las terminales del cordón industrial. La obra es necesaria, pero la que les cobra los impuestos a las exportadoras que se verán beneficiadas principalmente, es el Estado nacional que debería financiar estas sustanciales mejoras. Hay que recordar que sólo algunos municipios del Cordón pudieron cobrar alguna tasa a estas grandes empresas que les destruyen todas las calles de sus ciudades con el desfile incesante de camiones cargados con toneladas de cereales. Y la provincia, no logra imponerles el pago de los Ingresos Brutos.
Territorio alambrado
En el plano electoral el comportamiento es simétrico. Pullaro hace la misma campaña para convencional constituyente que para gobernador. Es más, casi ni se habla de cuestiones constitucionales desde el oficialismo mientras la oposición se queja de que el gobernador “sólo busca su reelección”. Una cuestión que, ya es claro, no podrán impedir y que -lógicamente- ha sido el motor de la reforma constitucional santafesina. Como ocurre con todas las reformas constitucionales que surgen siempre de necesidades y urgencias políticas.
Después, en el fragor del debate pueden incluirse derechos y garantías que puedan derivar en beneficios para la sociedad. Pero tampoco hay un proyecto político para Santa Fe a plasmar, como cuando el brigadier Estanislao López impulsó el Estatuto Provincial del 26 de agosto de 1819, la primera Constitución Democrática, Republicana y Federal en toda América Latina. Ya no está ese carácter fundacional y más bien pasa por sacarle el doble fuero a los legisladores provinciales, la mayoría automática de Diputados para quien se imponga como gobernador, y que el período ordinario de sesiones deje de comenzar ridículamente el 1º de Mayo de cada año.
Pero no está en discusión la bicameralidad, es decir la subsistencia del gravitante Senado Provincial. Por eso Pullaro se enoja con el candidato libertario perfilado como anticasta, Juan Pedro Aleart. Sin nombrarlo (tampoco quieren levantarlo más), el gobernador la emprende contra aquellos que incurren en “chicanas y avivadas» en la campaña por la reforma constitucional y pidió seriedad a los candidatos. Aseguró que «están haciendo campaña con temas que no fueron habilitados por la ley que establece la necesidad de reforma de la constitución». Y agregó: “A veces veo que estamos rodeados de chicanas, agravios y avivadas. Tenemos una oportunidad y hay que ser muy serios, hace 62 años que no se reforma”.
El ex presentador de TV sigue con su discurso de que «eliminando el Senado, donde está lo más rancio de la política, logramos que el dinero de los santafesinos vuelva a la gente. Son 95.000 salarios básicos de docentes santafesinos. Otros 82.000 salarios básicos de agentes de policía. Somos la única opción para estas elecciones que va en contra de los privilegios de la política. Cómo puede ser que la legislatura de Córdoba gaste 4 veces menos que la de Santa Fe. Es inaceptable. Por eso vamos por la unificación de las cámaras», repite sobre un tema que no estará en discusión. Pero, se sabe, distraídos son los que sobran.
Por Leo Ricciardino