Recesión económica: los comercios atraviesan «meses delicados, con pocas ventas y subas de costos»
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, la retracción de ventas en comercios ya acumula una caída del 22,1 por ciento en el primer trimestre de 2024
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, la retracción de ventas en comercios ya acumula una caída del 22,1 por ciento en el primer trimestre de 2024
En marzo, las ventas minoristas continuaron con la tendencia a la baja y retrocedieron un 12,6 por ciento anual frente al mismo mes del 2023, a precios constantes, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came).
Desde el comienzo del 2024, acumulan una caída de 22,1 y, en la comparación mensual, disminuyeron 3,2 por ciento.
En el desagregado por rubros de marzo, la mayor retracción anual se detectó en Perfumerías (-27,5%) y el único incremento estuvo en Textil e indumentaria (+10,2%).
Ventas
En el informe, Came señaló que los comercios atraviesan “meses delicados, con pocas ventas y subas de costos», entre ellos, el aumento de las tarifas de la luz: “Aquellos locales más intensivos en el uso de energía, por ejemplo, como alimentos y bebidas, vieron saltar las cifras en sus boletas».
A esto se suma que «las familias vienen cuidando fuertemente sus gastos incluso cuando hay opciones de pagos con tarjetas o en cuotas. Hay incertidumbre sobre cuánto durará la recesión y por eso prevalece la precaución al momento de comprar», se detalló en el relevamiento de la institución.
Almaceneros y kiosqueros
En un contexto de caída de la actividad económica y suba de tarifas, almaceneros y kiosqueros de la ciudad de Santa Fe expresaron que atraviesan una situación similar a la pandemia, con bajas ventas y dificultades para mantener empleados y continuar pagando los alquileres de los locales.
En diálogo con UNO, el referente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina, Ricardo Mascheroni, explicó: “Es una situación generalizada, hoy las ventas en la mayoría de los comercios de cercanía están siendo similares a algunos momentos de la pandemia. Después de la restricción absoluta en la segunda etapa, cuando la gente empezó a poder salir, que se empezó a vender un poco más, hoy está más o menos en ese nivel”.
Al respecto, señaló que el comercio de cercanía hoy es un “comercio de subsistencia” y detalló que muchos optan por el cierre definitivo o la reconversión de su negocio. En lo que respecta a alquileres, cada vez son más los que apuntan a un local de menor costo, en algunos casos trasladándose a casas o garajes. “Empiezan a precarizase”, añadió el referente.
A modo de comparación, tomó como ejemplo a otro rubro, como es el caso de peluqueros, que frente a esta crisis comenzaron a compartir local para dividir gastos, y explicó: «El comercio de cercanía no lo puede hacer».
Y detalló: «Ahora la gente empieza a decir «alquilo una casa, que es un poco más barato, me voy a vivir y trabajo más horas». Es una tragedia económica lo que estamos viviendo. Más allá de las cuestiones políticas”.
En ese sentido, ejemplificó que algunos alquileres pasaron en el último tiempo del orden de los 70 mil pesos a los 230 mil pesos. “En un contexto donde bajó el consumo, bajaron las ventas, subió luz, impuesto, nafta. Tengo que cerrarlo» sentenció.
La necesidad de mudarse de local, también lleva a los emprendedores a vender mobiliario que ya no va a utilizar, llegando incluso a regalar algunos de ellos, a sabiendas de lo que puede tardar conseguir un comprador. “Saben que no lo van a poder vender y tienen la urgencia de mudarse” detalló el almacenero.
