Río Cuarto: Crean un novedoso sistema de vivienda para autoconstrucción


Una cooperativa que trabaja con el Municipio desarrolló un prototipo caracterizado por ser económico, resistente y de una rápida ejecución. Se lo usa en planes sociales pero apuntan a todo tipo de obras

Coordinados por el Instituto Municipal de la Vivienda, los miembros de la cooperativa de trabajo “Imperio del Sur” han desarrollado una novedosa fábrica de estructuras metálicas antisísmicas para la realización de casas de autoconstrucción. El proyecto propone un sistema económico, resistente y de rápida ejecución que apunta a ser aplicado no sólo en viviendas sociales (como se lo hace ahora), sino también para la venta al por menor.

Iván Gil Rodríguez es uno de los socios y trabajadores de “Imperio del Sur”, y explica en qué consiste el modelo: “Es una estructura muy diferente de lo normal, porque se hace una cabriada soldada con hierros del 8 y del 4,2, y se basa en un prototipo muy rápido y de muy buena calidad”.

Comenta que en el taller trabajan 7 compañeros, aunque la cooperativa está integrada por más socios. “La fabricación se divide en dos partes, una de premoldeado donde se fabrican las viguetas con hierro del 10 y del 6, que son para el techo, y los ‘z’; la otra parte, la estructural, se hace también en el taller, y se lo une con un sistema de cabezales con 6 tornillos cada viga”, aseguró.

– ¿Cómo sigue el proceso en el terreno?
– Una vez que ya está listo, se lo lleva al terreno, se lo nivela, y se hace un llenado con un sistema de platea. Previo al llenado se hace el cavado de los encadenados; es todo muy rápido y resistente, sumado a lo que son cañerías y cloacas, que se hace también en el momento. Es importante lo rápido que se pueden levantar, en cuanto a la demanda que hay actualmente.

– Una de las cualidades que destacan de la estructura es que es antisísmica.
– Sí, al ser soldadas con el sistema de zigzag, más el soldado y el hormigonado que lleva, porque se encofra con madera y se lo llena con hormigón, todo lo hace muy resistente. Si bien no es una zona de riesgo sísmico, es importante tenerlo porque hay fallas cerca como la de Sampacho.

– ¿Cuentan todos con una estructura básica común?
– Empezamos con una unidad muy dinámica que se puede modificar todo el tiempo. Se forman pórticos para ir ampliando o quitando, algo que le da plasticidad a la demanda que tengamos. Es una cocina comedor, un baño con antebaño y una habitación, a lo que se suma otra habitación en el nuevo modelo. Son muy amplias.

– ¿El modelo ofrece la posibilidad de seguir construyendo?
– Sí, tiene para ampliar la vivienda hacia un costado y hacia arriba en la parte de la habitación complementaria que es plana, pero el resto tiene caída de un agua. Se entrega la estructura colocada y armada completa, con el armado de la platea con las cañerías. Luego, la Municipalidad entrega los materiales para la autoconstrucción, y sólo le resta a la familia levantar las paredes y colocar las aberturas.

Gil Rodríguez destacó que esta actividad se concreta a partir del trabajo con el Instituto Municipal de la Vivienda; “la cooperativa surge con la idea de que sea generadora de trabajo”, dijo y aseguró: “Los chicos que vienen desde un comienzo han sido capacitados desde la Municipalidad y luego comenzaron con las tareas”.

Destacó el trabajo que realiza actualmente el equipo, lo que ha permitido que avancen en la fabricación. “Al proyecto le vemos mucho futuro, incluso en la posibilidad de que se venda al por menor el día de mañana”, sostuvo el socio de la cooperativa.

– ¿Han pensado en patentar el proyecto?
– El modelo tiene un gran cambio, y la idea es que el IMV lo patente. Es una estructura que sigue siendo antisísmica, es más grande y con un mejor sistema de prestación de vivienda. Los cambios tienen que ver con la disposición de los espacios y con el sistema de techo, se ahorra material, se cambió la altura de las vigas, por lo que también se ahorra en encadenado.

Proyecto

Carolina Cáceres, del área social del IMV, comenta que “con un financiamiento de Ceve (Centro Experimental para la Vivienda Económica) pudimos hacer capacitación para el trabajo con las viviendas. Es un ente que tiene sede en Córdoba con base en Conicet, y trabajan en la investigación para economizar tecnologías alternativas de construcción de viviendas”.

Su compañera, Virginia Testa, explicó que en este proceso de creación de la cooperativa “se capacitó a los trabajadores y ahora se avanza en la adaptación del modelo para hacerlo más acorde a nuestras necesidades, porque se desarrolla una multiplicidad de estructuras que se van adaptando a las distintas partes del país”.

– ¿Cómo se adaptó el modelo del Ceve?
– El trabajo que se hizo el año pasado se basó en la transferencia de la patente de estas estructuras -dijo Cáceres-, fue la primera vez que Ceve la cedió a una Municipalidad. Nosotros primero generamos una fábrica de componentes, trabajo con gente de los barrios, y ahora hay algunos cambios en el personal, pero sobre la patente se hizo esta fábrica y comenzó a funcionar la cooperativa. Nosotros, en tanto, hicimos un diseño de vivienda y desarrollamos un programa de vivienda. En lo que va desde agosto del 2014 a la actualidad, fue tanta la apropiación de las estructuras desde lo técnico, porque es muy sencillo construir, es económico y rápido.

Por otra parte, Testa destacó que este nuevo modelo de autoconstrucción les permite a los responsables del instituto municipal trabajar en el acompañamiento a las familias que levantan sus casas; “para lo que antes necesitábamos un seguimiento técnico mucho más firme, ahora es la misma estructura para todas las familias que las guía desde la base”, aseguró.

– ¿Adónde se apunta con el proyecto?
– La primera operatoria de vivienda se hizo con la construcción tradicional -sostuvo Cáceres-, y para ésta lo hacemos con la nueva modalidad (serán 45 casas), y fue tanta la apropiación técnica que se mejoraron las condiciones para las características de Río Cuarto y sus usos, actividad que realizó Roque Amati. Trabajamos sobre el patentamiento de estas mejoras, de lo que ahora es el sistema IMV. Es algo que nos permite ofrecer el modelo no sólo para la construcción de viviendas sociales, sino para cualquier tipo de vivienda. Cuenta con un crecimiento modular, por lo que uno puede ir agregando toda la cantidad de módulos que quiera.

La integrante del IMV reflexionó que “ideológicamente, todas las viviendas que construye el Estado son sociales, pero la ventaja de este proyecto está en que el diseño es municipal, lo hacemos con la fábrica de componentes en la Municipalidad, y con las ventajas que tiene para la gente”.

– ¿Se busca extender el programa a otras localidades y en un plano más allá de la vivienda social?
– Sí, pensamos en que los miembros de la cooperativa puedan acercarse a municipios de la región, dado que hay mucho interés en lo que es la vivienda social -sostuvo Testa-. Además de ser económicas las construcciones, son de una gran calidad y una importante velocidad de realización. Cuando hablamos de autoconstrucción siempre tuvimos frenos porque hemos tenido experiencias de 10 años, algo que lleva mucho tiempo, pero acá es todo más rápido.

Testa concluyó que “la posibilidad de trabajar con otros municipios nos permite pensar en operatorias de otros tamaños, de construir tres casas o setenta, porque la fábrica produce constantemente y son fáciles de trasladar”.

Algunas características del proyecto de construcción

Desde el IMV destacan que este modelo cuenta con gran simplicidad de ejecución y montaje, sumado a la precisión y eficacia estructural. Comentan, en tanto, que luego de la producción seriada que se realiza en la planta, el montaje en seco de la estructura se realiza en un lapso acotado de tiempo, lo que permite un inicio de activididades casi inmediato.

“En casos de emergencia puede montarse, incluyendo la cubierta de techo, en una misma jornada, permitiendo el cobijo inicial de manera inmediata”, destaca en su informe desde el instituto municipal.

Vigas y columnas se vinculan a través de cabezales metálicos y se contempla el inserto cloacal y el ingreso de todas las instalaciones complementarias (gas, luz, y agua, entre otros).

Fuente: Puntal