“Río Cuarto es la ciudad que más contamina en Córdoba”

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El secretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Edgar Castello, indicó que las consecuencias que está causando la falta de tratamiento de los efluentes cloacales son lamentables. Se detectaron parámetros de contaminación 200 kilómetros aguas abajo de la planta depuradora. Podrían iniciar acciones judiciales

“Esas dos pilas de expedientes son de Río Cuarto. Ahí están las mediciones, los muestreos que tomamos en el río y las intimaciones que enviamos después”, dice Edgar Castello, el secretario de Recursos Hídricos de la Provincia que en las últimas semanas ha encabezado una ofensiva con notificaciones y multas contra el Emos por la contaminación que está provocando el volcamiento de líquidos cloacales sin tratamiento al lecho del río.

En su despacho del segundo piso del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, en Córdoba, el funcionario detalló que los estudios realizados en julio y agosto indican que aún a 200 kilómetros de Río Cuarto persiste el efecto contaminante de las cloacas de la ciudad. Hoy, el Emos tira el 80% de los efluentes sin ningún tipo de tratamiento.

– ¿Por qué decidieron avanzar ahora con las intimaciones y sanciones?

– Principalmente tiene que ver con un análisis que hicimos sobre distintos tramos del río, aguas abajo de la planta de tratamiento, donde las condiciones de calidad del mismo son bastante malas. Eso motiva la decisión de avanzar. En una primera instancia se notificó que no se realicen más conexiones de cloacas, lo que a nuestro entender era una propuesta bastante lógica porque si la planta de tratamiento no está funcionando, mal podemos estar agregándole más líquido a ese sistema. Pero, además, hace bastante tiempo que venimos conversando con los técnicos del Emos y de la Municipaidad para avanzar en distintas líneas de trabajo para atenuar los efectos pero ante la negativa de los funcionarios y al observar en distintos medios que el Emos avanzaba con más conexiones de redes domiciliarias, decidimos enviar la notificación. El ente desconoció por escrito y públicamente esa notificación, así que la ratificamos mediante una resolución de la Secretaría y se le dio intervención a Policía Ambiental, dado el grave caso de contaminación que tenemos en el río Cuarto.

– ¿Eso motivó la aplicación de una multa de 2011 por $ 200 mil?

– Así es. Ahora, por el mismo tema, la Policía Ambiental, a partir del muestreo que hicimos en el río, iba a iniciar algunas acciones más por separado.

– Su Secretaría hizo un estudio hace poco con respecto a la contaminación que está produciendo el volcado de los líquidos sin tratamiento. ¿Cuáles son las conclusiones de ese análisis?

– Se midieron distintos parámetros en ese muestreo que se hizo en el río. Se realizó en varias secciones aguas abajo. Los parámetros a la salida de la planta están muy por encima de los que se encuentran en un líquido cloacal normal, dado que hay algunas conexiones clandestinas o no de origen industrial que están vertiendo sus líquidos al sistema. A la salida de la planta directamente casi no se puede muestrear por la grave contaminación. Se empieza a mezclar a unos kilómetros aguas abajo; sin embargo, en todos los monitoreos que se realizaron se detectó que hasta la localidad de La Carlota se encuentran parámetros que están muy por encima del límite, fundamentalmente en todo lo que tiene que ver con la demanda de oxígeno. Hay un listado de parámetros que están todos fuera de rango.

– ¿Es decir que la contaminación se mantiene a lo largo de 200 kilómetros?

- Exactamente. En línea recta desde Río Cuarto a La Carlota hay 100 kilómetros. Pero hay que multiplicar esa distancia por dos por el recorrido que va teniendo el río y todos los meandros que tiene. Son 200 kilómetros de río que tienen realmente problemas y que se acentúan en la época en que merman los caudales que trae el río. Aumenta la contaminación cuando los caudales son más bajos.

– Desde el Emos insinúan que la causa de las intimaciones es más política que técnica. Adjudican esta ofensiva al mal momento de la relación entre los dos gobiernos.

– La verdad es que no sé desde cuándo habrá estado mal la relación. Esto, técnicamente, se sostiene por muchos lados. Sobre todo porque hemos tenido varias reuniones con las áreas técnicas del Emos y vimos alternativas de algunos paliativos pero, bueno, al ver que el Emos hace caso omiso se decidió actuar. En otras localidades, cuando las plantas funcionan mal no se siguen haciendo conexiones. Eso lo define cada autoridad local, tal vez a partir de un informe nuestro. Ese era el espíritu de nuestra primera notificación. Si el Emos llevó nuestras intimaciones a un plano político, será una decisión de ellos. De nuestra parte, decidimos actuar ahora porque las condiciones son lamentables. Me toca a mí, como secretario, estar viendo un poco los distintos análisis a lo largo del tiempo. Vimos que hay multas, intervenciones previas y a partir de los monitoreos que hicimos este año se tomó la definición.

– ¿Cómo se podría mitigar el efecto contaminante? En el Emos dicen que si no se habilitan nuevas cloacas, se tiene que recurrir a pozos negros que contaminan el acuífero. Además, señalan que los camiones atmosféricos terminan tirando en cualquier lado del río sin ningún tipo de control.

– Que hagan una evaluación para que vean qué impacta más: concentrar toda la contaminación de una ciudad en un solo punto en un río y tirársela a los que viven aguas abajo, o, como se maneja en muchas otras localidades, buscar otras opciones. De qué me sirve tener cloacas y tirar todo ese crudo en un solo punto. Acá en Córdoba hay lugares donde tienen acceso a la red cloacal y otros donde no, y en esos lugares tienen pozo. Una de las propuestas que se hicieron desde la repartición es empezar a colocar plantas compactas en los nuevos barrios. Hay plantas modulares de cloacas que tratan los líquidos y los dejan en condiciones para poder ser vertidos en pozo o en algún curso de agua pero tratados. Hay plantas compactas que permiten hacer ese tratamiento para un sector de la ciudad; pero todo tiene que ver con una planificación, con un pensar en lo que se debe hacer.

– En Río Cuarto se dice que se avanza hacia un plan de mitigación. ¿La secretaría recibió ese proyecto?

– Si lo han presentado no lo he visto. Entiendo que hasta ahora no se ha presentado un plan de mitigación.

– ¿Qué pasa en el caso de que el Emos no tome medidas? ¿Hasta dónde puede llegar la Secretaría? ¿Puede haber denuncias judiciales si la contaminación se mantiene?

– Desde lo administrativo no tenemos mucho más para hacer que llegar hasta un pedido de multa. En el caso de que se mantenga la contaminación, se le va a dar intervención a Procuración del Tesoro, que depende de la Fiscalía de Estado de la Provincia, son nuestros abogados.

– En los últimos días en Río Cuarto se planteó que debe existir un diálogo con la Provincia para buscar un financiamiento conjunto porque la ciudad no puede encarar en soledad una planta de 200 millones de pesos. ¿La Provincia está dispuesta a dialogar?

– Seguro. Hay otras instancias para poder trabajar y ponernos de acuerdo en distintas soluciones. Podemos tomar medidas paliativas y que sirvan a futuro. El tema de las plantas compactas fue puesto sobre la mesa en reuniones con los técnicos. Río Cuarto es titular del servicio y nosotos, si hubiera alguna posibilidad de avanzar con obras y que Río Cuarto se pusiera adelante, no veo ningún problema de que la Provincia acompañe.

– De acuerdo a las mediciones que hizo la Provincia ¿alguna ciudad de la provincia contamina hoy tanto como Río Cuarto?

– No, ninguna. Ninguna. Puede haber alguna planta que funcione mal pero no en el nivel que hemos medido en Río Cuarto. Ese es uno de los motivos que nos llevaron a actuar.

Fuente: Puntal