Río Cuarto es la segunda ciudad del país con mayor empleo en negro
18/06/2014 ECONOMÍASegún datos del Indec, el porcentaje de asalariados riocuartenses sin descuento jubilatorio alcanza el 44,8 %. Domésticas y ladrilleros son los más afectados. En tanto Tucumán está primero con 45,3 %.
Los datos brindados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para el primer trimestre del año, sitúan a Río Cuarto como una de las localidades con mayor porcentaje de trabajo en negro. A nivel nacional se encuentra en segundo lugar con el 44,8 por ciento y le antecede el Gran Tucumán con el 45, 3 por ciento.
Si bien hay gran cantidad de rubros afectados por el empleo informal, los más perjudicados son los ladrilleros y las trabajadoras domésticas de nuestra ciudad.
Así lo ratificó la delegada local de SINPECAF (Sindicato de Personal de Casas de Familia) Sonia Ilg, quien sostuvo que sólo 1 de cada 5 trabajadoras está registrada.
“La situación sigue siendo complicada con la patronal, y en muchos casos las mujeres vienen aquí porque piensan que están blanqueadas, nos presentan un recibo de sueldo, pero lamentablemente casi ninguna tiene verdaderamente realizados los aportes en la Afip”, expresó.
El escenario es similar en el caso de los empleados que realizan labores en los hornos de ladrillo. Según relató Alejandro Galván, delegado de UOLRA (Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina), el 95 por ciento de los trabajadores no está dentro del circuito formal.
“Somos unos 200 en la ciudad y el mayor porcentaje está en negro. El sindicato a nivel nacional realizó el año pasado un relevamiento y se detectó uno de los mayores índices de trabajo informal en esta zona. Los hornos de ladrillo han crecido mucho en la región. La mayoría esta fuera de la ciudad y eso favorece a que las condiciones laborales no sean las mejores e incluso los trabajadores no conocen sus derechos.
Por lo mismo, hemos inaugurado hace un mes la sede aquí para comenzar a regularizar la situación”, manifestó.
No obstante en ambos sindicatos reconocieron que la patronal está comenzando a tomar conciencia porque los controles de Afip se han profundizado, y además admitieron que muchos empleados se han interesado por mejorar su situación.
Ilg indicó que pese a que muchas empleadas domésticas “tienen miedo de denunciar” han comenzado a informarse acerca de sus derechos básicos y los empleadores también pretenden protegerse en el caso de los accidentes laborales.
“Algunos patrones le están garantizando seguro de trabajo a muchas empleadas, y esto es un gran avance porque aún no hay una normativa que lo exija. De a poco se va tomando conciencia pero aún falta mucho”, manifestó.
Por otra parte, el trabajo rural que ha sido una de las actividades más señaladas por el trabajo informal ha logrado normalizar las condiciones de la mayoría. El titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales en la ciudad, Marcelo Acevedo, afirmó que con las inspecciones constantes lograron frenar la explotación laboral y el empleo no registrado en la región.
“Lo que ha sucedido es que la patronal entendió que no le conviene tener el personal en negro. Nosotros controlamos todo lo que tiene que ver con el trabajo en la cosecha de soja, maíz, maní y las granjas avícolas; y allí notamos que los trabajadores están en regla, especialmente se protegen debido a los accidentes laborales. En la zona tenemos 23 seccionales y eso da la pauta de que el peón rural se interesa por sus derechos y los hace cumplir”, expuso.
El escenario es similar para el sector de los Panaderos. El secretario general del gremio, Ariel Peralta sostuvo que sólo un 4 por ciento de los empleados no está registrado, y corresponde mayormente a comercios ubicados en barrios y que trabajan en horarios nocturnos.
“Hoy en día tenemos blanqueados a la mayoría de los trabajadores, tenemos unos 750 afiliados que trabajan en 80 panaderías de la ciudad. Tenemos entre un 3 y 4 por ciento que están en negro, y se trata de empleados que trabajan de noche. En horarios de 00.00 a 06.00, por lo que se nos hace muy difícil controlarlos, y además suelen trabajar en locales pequeños en los barrios. Les ofrecen contratos por tres meses y luego los van renovando en lugar de contratar”, relató el gremialista.
Escenario nacional
A nivel país, el trabajo en negro alcanzó en el primer trimestre del año al 32,8 por ciento de la población activa y bajó 2,5 por ciento respecto de igual período del 2013, lo que representa más de 3 millones de trabajadores. En cambio, subió 2,09 por ciento comparado con diciembre último.
El porcentaje de trabajadores en negro, que no tienen aportes jubilatorios ni cobertura de obra social, afecta a más de tres millones de personas. Los más altos porcentajes de informalidad laboral se registraron en las regiones del Noreste, con una tasa promedio del 40,6 por ciento, mientras que el indicador menor fue para la región Patagónica, con un 20,1 por ciento.
En el Gran Buenos Aires la informalidad laboral llegó al 32,5 por ciento, mientras que en Cuyo llega al 35 por ciento, en el Noreste al 35,1 por ciento, y en la región Pampeana al 31,6 por ciento.