Seis años con pérdidas para los asalariados
Los sueldos sufrieron una dura caída en el gobierno de Macri y no se recuperaron los años siguientes. Al ritmo actual, llevará ocho años volver al 51 por ciento.
13/04/2022 El PaísLos sueldos sufrieron una dura caída en el gobierno de Macri y no se recuperaron los años siguientes. Al ritmo actual, llevará ocho años volver al 51 por ciento.
Se estima que el PIB crecerá este año en torno al 4 por ciento. ¿Quiénes serán los ganadores de este crecimiento? La pregunta se la hacen desde el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) y, para responderla, simulan cuatro escenarios de aumento salarial que muestran el impacto en el PIB y la participación de asalariados para 2022. La conclusión: un incremento del orden del 55 al 60 por ciento de los salarios es una condición mínima para sostener ‒la mala‒ situación actual de los trabajadores.
El diagnóstico es unánime: los trabajadores fueron los grandes perdedores de los últimos seis años. La participación salarial en el Valor Agregado Bruto (VAB) – es decir el valor total creado por el país en un año- pasó de 51 por ciento a 42,7 por ciento entre 2016 y 2021. «Podría costar ocho años volver al 51 por ciento de participación salarial del año 2016», aseguran el doctor en economía y director de la Celag, Alfredo Serrano Mancilla, y el magíster en Economía Nicolás Oliva.
Con la premisa de que el nivel de salarios afecta directamente al crecimiento económico, los economistas simulan cuatro escenarios de crecimiento de salarios en Argentina a fin de entender cuál sería el ideal para que los trabajadores recuperen su participación en los ingresos y mejore el crecimiento económico.
De dónde venimos
«Los ingresos de los asalariados retroceden a pasos agigantados», asegura el informe. En 2016 la participación salarial en el VAB era de 51 por ciento y cayó a 42,7 por ciento para el año pasado.
A medida que los trabajadores pierden participación, los beneficios empresariales crecen. «La ganancia empresarial se ha lucrado de la inflación a costa del bienestar social de los trabajadores», aseguran desde la Celag. De forma acumulada entre 2016-2021, la masa salarial en la economía creció 335 por ciento, mientras que los precios subieron 474 por ciento y los beneficios empresariales, 523 por ciento. Entre 2020 y 2021 la masa salarial aumentó 42 por ciento, los precios escalaron 52 por ciento y la ganancia empresarial, 75 por ciento.
Los acuerdos salariales negociados hasta mitad de marzo de 2022 con cláusulas de revisión en septiembre y noviembre implican alzas nominales del salario entre 40 y 45 por ciento. Considerando las proyecciones inflacionarias de 2022 entre 48-55 por ciento, estas negociaciones ya anticipan una pérdida de entre entre 3 y 14 por ciento del poder adquisitivo del salario.
A dónde vamos
Fue el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, quien planteó aumentos del 45 por ciento a principios de este año. Con la escalada inflacionaria y el descontento social, la mesa para coordinar acciones para controlar la inflación entre el gabinete económico, representantes de la CGT y la Unión Industrial resolvió abrir de manera anticipada la discusión de convenios salariales con aumentos pendientes.
Asimismo, el segundo trimestre es temporada alta de negociaciones paritarias. En este contexto, los economistas de la Celag plantean escenarios posibles para que el crecimiento proyectado no se traduzca únicamente en ganancias empresarias. Los cálculos se realizan en base a un modelo postkeynesiano de demanda que simula cómo afectan los salarios en el crecimiento económico.
1) Aumento salarial de 45 por ciento: La negociación actual de 45 por ciento «es insuficiente y llevará nuevamente a una caída en la participación laboral en 2,1 puntos. Como consecuencia de esta caída de los salarios en el Valor Agregado, el crecimiento del PIB también se resentirá y llegaría solo al 3,47 por ciento , medio punto menos que la expectativa original».
2) Aumento salarial de 50 por ciento: La masa salarial no lograría sostener la participación de los salarios en el valor agregado, ya que llegaría a 41,7 por ciento en vez del 42,7 por ciento actual. Tampoco la expectativa de crecimiento del PIB, que quedaría en 3,82 por ciento frente al 4 estimado.
«Un incremento del orden de 55-60 por ciento de los salarios es una condición mínima para sostener ‒la mala‒ situación actual de los trabajadores», asegura el informe.
3) Aumento salarial de 50 por ciento y salario básico a 100 mil pesos: Una subida del salario mínimo a 100 mil pesos que beneficiaria a 1,1 millones de trabajadores lograría una recuperación tanto del crecimiento como de la participación laboral. Con este escenario, calculan un aumento de 4,13 por ciento del PIB para 2022 y una participación de los trabajadores en el valor agregado de 43 por ciento, es decir recuperando medio punto porcentual con respecto a 2021.
4) Aumento salarial de 50 por ciento y salario básico a 120 mil pesos: Con un aumento del salario mínimo a 120 mil pesos, la participación salarial alcanzaría el 43,5 por ciento, es decir un crecimiento de 1 punto porcentual respecto a 2021, y el PIB llegaría al 4,24 por ciento de acuerdo al modelo planteado.
«Los dos escenarios que se presentan como una fuerte recuperación del salario mínimo no representan una amenaza al frente externo dado que las importaciones sólo crecerán entre 0,3 y 0,7 por ciento por encima de la proyección base», asegura el informe.
Sin embargo, la última reunión del Consejo del Salario en marzo estableció un aumento del 45 por ciento del salario mínimo para este año, para llegar a 47.850 pesos en diciembre, aunque con una revisión en agosto. En este contexto resultan inimaginables los últimos dos escenarios, que significarían una recuperación de la participación de los trabajadores en el VAB.
La solución posible pareciera ser un incremento del orden de 55 y 60 por ciento de los salarios como condición mínima para sostener la mala situación actual de los trabajadores.