Sierras Chicas, en la encrucijada por el destino de sus residuos
Municipios gestionan enterramiento regional. Pretenden dejar de enviar al de Capital.
19/09/2016 MUNICIPIOSMunicipios gestionan enterramiento regional. Pretenden dejar de enviar al de Capital.
Entre los dolores de crecimiento que registra la región de Sierras Chicas, el destino de su basura es uno de los varios que tiene para resolver.
El costo que representa el envío diario de los residuos a la planta de tratamiento que comparten con Capital y otras localidades del Gran Córdoba y la falta de un escenario claro respecto al futuro de ese destino ha llevado a que 11 municipios de Sierras Chicas estén buscando alternativas.
Los basurales a cielo abierto siguen siendo una realidad en la zona, que día a día crece en habitantes y, con ellos, en la generación de desechos, mientras se agravan los costos para su recolección, traslado y tratamiento.
Sierras Chicas es la región de mayor crecimiento poblacional en Córdoba en las dos últimas décadas: hoy se acerca a los 200 mil habitantes. Ese corredor que va desde La Calera hasta Ascochinga genera casi 200 toneladas diarias de basura, que en su mayor parte es trasladada varias decenas de kilómetros hasta el predio cercano a Bouwer. En cierto sentido, la región se saca de encima la basura derivándola, sin ningún tipo de separación ni reducción, al enterramiento de Córdoba capital.
Es una salida que evita la acumulación y reduce los basurales, pero los municipios advierten que les representa un presupuesto en fletes y en el pago por tonelada entregada que les cuesta soportar.
Río Ceballos, por ejemplo, gasta hoy más de 500 mil pesos por año en darle ese destino, sin contar el costo de la recolección urbana.
Mientras, las poblaciones más pequeñas como La Granja, Villa Cerro Azul, El Manzano y Agua de Oro arrojan sus desechos en el peor de los sitios: basurales a cielo abierto que generan conflictos por impacto ambiental, malos olores e incendios.
Además, en toda la región subsisten basurales clandestinos alimentados por los propios vecinos.
En este marco, los intendentes discuten salidas alternativas. La idea es despegarse de la sociedad Cormecor (que proyecta el nuevo enterramiento para el Gran Córdoba) para pasar a gestionar una planta de tratamiento regional pero ubicada en Sierras Chicas.
Pero ese paso plantea desafíos: el principal es el costo, cuando ningún municipio dice tener fondos disponibles. Allí aparece la esperanza, en gestión, de que sea la Nación la que aporte esos recursos. Mientras, los intendentes han visitado en las últimas semanas las plantas regionales que funcionan en Calamuchita y Santo Tomé (Santa Fe).
Impresiones
“Con el crecimiento poblacional y la exigencia de mayor equipamiento para el traslado de basura, en pocos años el modelo actual será inviable, por eso estamos buscando salidas más sustentables”, apuntó Omar Albanese, intendente de Río Ceballos.
“Evaluamos alternativas para resolver un problema que cada día se vuelve más grave y que de manera individual no solucionamos. La oportunidad de conseguir financiamiento de la Nación para una planta regional nos ha decidido a buscar una salida por ese lado”, manifestó el intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi.
“El manejo de la basura es una prioridad regional. En el corto plazo, si no adoptamos decisiones definitivas, no podremos controlar este problema. Ya no nos va quedando tiempo e iremos necesitando el acompañamiento de la población en la concientización para empezar también con la separación diferenciada de los residuos”, planteó Jorge Fabrissin, intendente de Unquillo.
En similar sentido se manifestaron los intendentes de La Granja y Salsipuedes, reconociendo la necesidad de encontrar una salida regional al dilema que genera el destino final de la basura.
Una planta regional
Además del costo de la inversión, otro desafío será acordar dónde localizar una planta en Sierras Chicas que concentre los desechos de la propia región. Es una discusión que generará resistencias en las cercanías de los lugares que se evalúen.