Siete de cada diez argentinos cree que la economía se encuentra entre estable y buena
Siete de cada diez personas cree que en la Argentina la economía se encuentra entre estable y buena. Eso es lo que muestra un relevamiento del Centro Estratégico para el Crecimiento y Desarrollo Argentino (CECREDA). También un porcentaje importante creen que las condiciones serán similares en 2016.
Esta sensación se da más allá de la continuidad con cambios que ha propuesto Daniel Scioli o el giro de 180 grados en materia económica que ha sugerido Mauricio Macri.
Mientras, los asesores de los dos candidatos presidenciales coinciden en que la restricción cambiaria es la principal distorsión a atender una vez que asuman el poder, pero no la única. “Corregiremos lo que haya que cambiar, pero sobre los fundamentos de este modelo de defensa del mercado interno, con los 40 millones de personas adentro”, ha dicho Daniel Scioli.
Macri, por su parte, prometió terminar con el cepo en un día: “El 11 de diciembre se termina el cepo cambiario y volvemos a un esquema de libre flotación del tipo de cambio”.
Los dos candidatos consideran que una normalización del mercado de cambios será imposible sin un fuerte ingreso de capitales que la Argentina tiene por ahora prácticamente vedado. Para lograrlo, Scioli apuntaría a un amplio blanqueo de capitales capaz de atraer al menos U$S 8.000 millones en una primera etapa, hasta completar los U$S 30.000 millones cuando concluya el 2016.
Incluso, el candidato prometió que durante su eventual administración logrará hacer ingresar al país unos U$S30.000 millones anuales, en buena medida destinados a las obras de infraestructura planificadas.
Del lado de Macri, el postulante considera que le será posible una rápida salida del cepo por su histórica relación con los mercados, que ahora tienen sus expectativas puestas en un balotaje. Pero para que esos fondos arriben el país el líder de Cambiemos sabe que debería eliminar todas las barreras impuestas por el gobierno actual.
De acuerdo con esta encuesta, 37% de los entrevistados consideró que la situación económica actual es estable y un 36,1% expresó que es buena.
Sólo el 16,5% de las personas entrevistadas manifestó que la situación económica es mala.
Según el estudio, el 42,3% de los encuestados, en particular y su familia en general, mantiene en la actualidad una situación económica igual a la del 2014. Un 30,9% indicó que es favorable respecto de la del año pasado, y el 25% restante manifestó que su situación económica es inferior.
El relevamiento que alcanzó a 2.910 personas registró que al ser consultadas sobre la situación económica, entre los que se encuentran bajo relación de dependencia el 43,8% la calificó de estable respecto del 2014; un 33,1% manifestó que es buena y un 15% dijo que es excelente, mientras que un 12,5% la calificó de mala y el 3,1% de muy mala.
Entre los que trabajan de manera autónoma, un 43,1% cree que la situación es buena, para un 30,3% es estable y para el 5,5% excelente, mientras que el 17,4% ven una situación económica mala y un 2,8% muy mala, de acuerdo con el sondeo de CECREDA.
El nuevo escenario
En cuanto a las expectativas generales para el próximo año, los encuestados dividieron sus pronósticos entre una positiva, de crecimiento con un 28,9% y una expectativa de estancamiento con un 29,6%.
La encuesta indagó sobre las percepciones económicas para el año próximo y registró que el 44,7% expresó que su situación permanecerá igual que este año, otro 36,8% percibió que tendrá una mejor ubicación dentro de la estructura económica y el 13,7% proyecta una peor situación que la actual.
Tal vez uno de los relevantes de cara al futuro tenga que ver que 44% de los encuestados consideró que se generará una continuidad en la economía: solo visualizan algunas modificaciones en aspectos monetarios y cambiarios.
Otro 28,9% aseguró que, inevitablemente, se producirá un cambio del modelo económico y un 23,4% opinó que habrá una continuidad sin cambios.
Mientras tanto, la clase media continúa gastando con los planes Ahora 12, que ya superaron los $35.000 millones en ventas. Por ahora, no parecen figurar en la agenda de la opinión pública el déficit fiscal, la caída de reservas, la pérdida del superávit comercial, la todavía elevada inflación ni las complicaciones que afectan al aparato fabril.
