El trabajo infantil se extiende a casi el 10 por ciento de los niños de nuestro país
Son 715.484 los chicos de cinco a 15 años que realizan algún tipo de actividad, según un informe oficial que será presentado hoy
14/11/2017 El PaísSon 715.484 los chicos de cinco a 15 años que realizan algún tipo de actividad, según un informe oficial que será presentado hoy
Un nuevo relevamiento nacional oficial revela que 715.484 chicos de cinco a 15 años, el 9,4 por ciento del universo estudiado, trabajan en el país. La encuesta gubernamental será presentada hoy en la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil que abrirá en Buenos Aires. El encuentro internacional se desarrollará durante tres días y dará lugar a un intenso debate sobre cómo garantizar los derechos de los niños sin exponerlos al mercado laboral.
Después de 13 años sin cifras oficiales, el nuevo relevamiento nacional muestra que la mayoría de los chicos que trabajan realizan tareas domésticas. En relación a 2004, el número se redujo casi a la mitad aunque las variables tomadas para las mediciones fueron distintas: la encuesta denominada Eanna 2004, que señalaba que 496.318 niños trabajaban, tuvo un alcance territorial mucho más acotado e incluía a chicos de hasta 13 años. La de 2017 fue mucho más abarcativa y se extendió hasta los 15 años (los adolescentes son más propensos a realizar tareas).
Chicos que hacen malabares o limpian parabrisas en los semáforos, que piden plata en los bares, que separan materiales en los basurales o que ayudan a sus padres en las diferentes cosechas son las modalidades más conocidas y combatidas de trabajo infantil en el país. Hoy, los nuevos datos aportados por el gobierno visibilizan una modalidad mucho más difícil de detectar: el trabajo doméstico intensivo.
Limpiar la casa, cocinar y cuidar a los hermanos más chicos o a algún adulto mayor son algunas de las tareas más comunes. La vulneración de derechos se da cuando los menores son los únicos responsables de llevar adelante estas acciones, cuando eso los obliga a dejar o descuidar la escuela, los expone a peligros y les quita tiempo de juego.
Las nuevas cifras de la Encuesta de Actividades de Niñas, Niños y Adolescentes (Eanna) 2017 —elaboradas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social junto con la OIT, Unicef y otros organismos— revela que los 715.484 de cinco a 15 años que trabajan son el 9,4 por ciento del total.
Fuentes gubernamentales señalaron que las conclusiones de la medición eran las esperadas y servirán para construir el diagnóstico necesario para la formulación de políticas públicas.
«Los niños tienen que estar jugando o estudiando, nunca trabajando. Los datos de la Eanna nos dan un panorama claro para fortalecer los programas y el plan nacional, que van en ese sentido», sostuvo Jorge Triaca, ministro de Trabajo.
Uno de los datos más llamativo es el que señala que la mayoría de los menores hace tareas domésticas intensivas (4,3 por ciento) por sobre tareas económicas (3,7 por ciento) o de autoconsumo (2,8 por ciento). En 2004, la modalidad de trabajo económico (6,5 por ciento) superaba el doméstico intenso (6,1 por ciento).
Un perfil que se desprende de los datos es que son las mujeres y las adolescentes las más afectadas por el trabajo infantil doméstico. Cerca del 13 por ciento cuidan a niños o personas mayores y el 10 por ciento hacen pan u otras comidas para vender, siendo mucho menor el porcentaje en los varones.
En cuanto a las regiones, las nuevas cifras reflejan que si bien la pampeana lidera el ránking de la mayor cantidad de casos de trabajo infantil, con 195.406, seguida por la del Gran Buenos Aires, con 188.612, el NOA (provincias del noroeste) es la región con más incidencia de trabajo infantil (13,2 por ciento), seguida por el NEA (11,9 por ciento). Esto quiere decir que los chicos que viven en estas dos últimas regiones tienen más probabilidades de caer en este flagelo.
«Todo el mundo piensa que lo rural es predominante y en términos de incidencia eso es así, pero en términos absolutos la mayor parte del trabajo infantil sigue estando en zonas urbanas, porque es en donde más vive la población», aclaró José Anchorena, subsecretario de Estadísticas, Estudios y Políticas Laborales del Ministerio de Trabajo.
El trabajo infantil es toda actividad económica o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por niños y niñas menores de 16 años.
En los adolescentes de 16 y 17 años el trabajo está legalmente permitido, siempre y cuando no se trate de trabajo infantil peligroso (actividades prohibidas, de carácter penoso, peligroso o insalubre)
«Si bien no tenemos los números definitivos, podemos decir que el trabajo infantil se redujo casi a la mitad. Las motivos pueden ser que ha habido una continuidad en las políticas. Y seguramente otra cuestión a considerar, es si la AUH tuvo alguna influencia en evitar que los chicos abandonen la escuela y empiecen a trabajar», dijo Anchorena.