Transporte: semana clave para el reparto millonario de los subsidios

En las próximas horas saldrá publicada una resolución que fija los recursos para las urbanas del interior, que recibirían $ 9.600 millones en el primer trimestre.

En las próximas horas saldrá publicada una resolución que fija los recursos para las urbanas del interior, que recibirían $ 9.600 millones en el primer trimestre. Las empresas quieren que las provincias aporten lo mismo, aunque hasta el año pasado sumaban el 50% de lo que enviaba la Nación. Hay negociaciones contra reloj

Se abre una semana clave para la distribución de subsidios para el transporte del interior. Es que en el mar de urgencias hay una que tiene inminente caducidad: el pago de salarios de enero a los choferes. Hay muchas empresas que advirtieron, ya que, si no reciben los fondos nacionales de inmediato, no podrán hacer frente a los compromisos con sus trabajadores.

La raíz de este capítulo de los subsidios está en la falta de presupuesto del gobierno nacional. A fin del año pasado se había acordado que los recursos para las empresas del interior pasarían de 28 mil a 46 mil millones anuales. Eso iba a permitir un oxígeno importante ante dos ejercicios muy complejos por el efecto pandemia. Pero, al caerse el tratamiento del Presupuesto en el Congreso, ese dinero que iba a llegar quedó en la nebulosa general. Las empresas encendieron todas las alarmas porque no sólo que no iban a llegar los $ 46 mil millones prometidos, sino que, al reconducirse el Presupuesto 2021, las partidas incluidas allí eran de $ 20 mil millones, menos que lo finalmente recibido el año pasado.

Ahora la Nación tiene previsto publicar una resolución con los recursos que enviará en el primer trimestre, para dar algo de certeza. Serían 9.600 millones que anoche las empresas daban por hecho después de comunicarse con funcionarios del Ministerio de Transporte que conduce el massista Alexis Guerrera.Pero las prestadoras de servicio del interior pretenden que las provincias sumen el mismo monto, cosa que hasta acá no ocurría. Es que en el segundo semestre de 2021 las provincias sumaban el 50% de lo que destinaba la Nación. En este caso, les corresponderían $ 4.800 millones para el sistema. “Nosotros vamos a pedir ese dinero y esperamos que las provincias se comprometan a destinarlo al servicio de transporte, que está pasando un momento muy difícil”, explicó ayer una fuente del sector a este diario.

Detrás de la puja por los subsidios asoma la discusión por el precio del boleto. Transportar un pasajero tiene un costo que debe cubrirse con la combinación de subsidios y precio del pasaje. Si aumentan los subsidios, lo que paga el usuario es menor. Y si en algún lugar las empresas reciben más recursos que en otro, hay brechas en el precio del pasaje, que es otra de las discusiones que se dan por estas horas, en especial entre el interior y CABA.

Para el miércoles está agendada una reunión entre las empresas, UTA y el Ministerio de Trabajo de la Nación para analizar el complejo cuadro de situación. Pero también las provincias deberán participar de las negociaciones esta semana y allí hay un tema central: el de la paridad de los subsidios y los precos del boleto. En ese sentido, desde el interior se impulsa una equiparación, una suerte de “boleto federal”. Y allí es imperioso nivelar los subsidios y contemplar las particularidades de cada sistema, algo muy complejo.

Los boletos ya alcanzan los 60 pesos de piso en el interior

La semana pasada, Córdoba, Santa Fe y Rosario ajustaron el valor de sus boletos y lo dejaron a un paso de los 60 pesos. En Mar del Plata ya está en esa misma franja y hay otras ciudades que superan incluso los 70 pesos, como Bahía Blanca o Necochea. En Río Cuarto aún permanece a $ 42, pero el debate está pendiente y a la espera de las definiciones nacionales.

De todos modos, los tres municipios que ajustaron la última semana el valor motorizan una acción conjunta para equilibrar los subsidios y evitar que el pasaje tenga que seguir incrementándose y eso tenga un costo político por la imposibilidad de los usuarios de poder afrontarlo. Claramente buscan contrastar su realidad con la de CABA.

Es que justamente los aportes de la Nación nacieron durante la gestión de Néstor Kirchner como una medida para evitar que las recomposiciones salariales que se iban logrando se fueran deteriorando por el incremento de tarifas del transporte y la energía. Esas dos áreas vuelven hoy al centro de la escena porque los recursos que destina el Estado a ellas fueron muy significativas y en particular las energéticas representan una erogación creciente en términos de puntos del PBI en un momento en el que el déficit fiscal es seguido de cerca como una de las variables clave en la negociación con el FMI.

“El problema central son los subsidios energéticos pero, si tienen que tocar los del transporte también, está claro que no es en el interior donde lo deben hacer. Las empresas de CABA reciben en un mes y medio lo que llega al interior en todo el año”, explicó ayer una fuente del sector.

Fuente: Puntal