Tras dos años amesetados, pronostican fuerte reactivación en el mercado inmobiliario
30/03/2014 ECONOMÍAEl pronóstico tiene fundamento: en el primer bimestre del año, los permisos de edificación presentados en la Municipalidad de Rosario subieron un 50 por ciento respecto al mismo período del 2013.
Tras dos años de amesetamiento, el mercado inmobiliario proyecta una fuerte recuperación para 2014. El pronóstico tiene fundamento: en el primer bimestre del año, los permisos de edificación presentados en la Municipalidad subieron un 50 por ciento respecto al mismo período del 2013. Para los corredores la recuperación se debió al impacto del programa de créditos hipotecarios Procrear lanzado por el gobierno nacional, a la demanda de sectores medios, que aspiran a su vivienda propia mediante el pago en cuotas, pesificadas, con un anticipo acotado y a la estabilización del dólar y de las expectativas inflacionarias.
«Desde febrero se notó un gran cambio en las expectativas sobre el rumbo económico después de un enero turbulento por la devaluación y el alza de precios. Fue una tormenta de verano, que ya pasó y empezó a salir el sol», graficó Marcelo Gustafsson, presidente de la Corporación de Empresas Inmobiliarias de Rosario (CEIR).
El cimbronazo por el incremento en la cotización del dólar fue tal en el mercado inmobiliario que entre enero y febrero, la actividad en el sector disminuyó un 62 por ciento. El dato surge de una encuesta efectuada por la CEIR a sus cien asociados, «las inmobiliarias con más peso en la ciudad», aseguró.
«Desde que el gobierno adoptó una serie de medidas que estabilizaron el dólar, las expectativas del mercado inmobiliario y de la economía en general cambiaron notablemente y ya estamos con niveles de consulta superiores previo a la devaluación», apuntó Gustafsson.
El presidente de la CEIR ubicó el comienzo de la inestabilidad en el mercado inmobiliario «cuando se produjo un virtual desdoblamiento del dólar y apareció la variante blue o ilegal. El dólar tiene un peso cultural muy fuerte entre los argentinos y más en nuestro sector. Eso nos afectó tanto que hubo semanas donde no se tenían precios de referencia en el verano».
Por aquellos días, muchos propietarios retiraron sus unidades de la oferta para venta e incluso para alquilar, a la espera de un escenario de mayor certidumbre.
Según Gustaffson, el panorama mejoró notablemente desde mediados de febrero a la fecha. «Fue una tormenta de verano que afortunadamente ya pasó. Y ahora volvió a salir el sol, con mucha actividad, aumento de la demanda y también de la oferta», precisó.
En ese sentido, el relevamiento de la CEIR detectó el mes pasado un 47 por ciento de incremento en la demanda de inmuebles para alquilar en la ciudad. Y en paralelo, se registró un alza del 17 por ciento en la oferta de locadores.
Además, el Colegio de Arquitectos de Rosario confirmó a los asociados de la CEIR que en el primer bimestre del año los permisos de edificación presentados ante la Municipalidad subieron un 50 por ciento respecto al mismo período de 2013.
Los datos corresponden tanto a proyectos de viviendas unifamiliares como de proyectos de construcción para propiedad horizontal. Implican un fuerte repunte respecto al año pasado e incluso a 2012, dos años marcados por desaceleración de la actividad.
«La estimación que manejamos es que el aumento de la oferta encontrará su correlato con un alza en la demanda. Los productores agropecuarios proyectan una buena cosecha tras las últimas lluvias y la devaluación. Es probable que vuelvan a refugiarse en ladrillos», vaticinó el titular de la CEIR.
También proyectan una suba en las operaciones de sectores medios. «Pensamos en familias de buenos ingresos que ante la estabilidad de la macroeconomía se decidirán a ingresar en planes en cuotas, en pesos, con un pequeño anticipo sin el temor a que se disparen algunas variables», agregó.
Además, para Gustaffson, la devaluación del peso trajo aparejadas ventajas indirectas para el sector inmobiliario. «Competimos en mejores condiciones con otros bienes, tras el reacomodamiento de algunos precios relativos, como los autos de alta gama, los viajes al exterior y hasta la adquisición de los propios dólares, ya sea en el mercado formal como en el paralelo», indicó.