Un año de Milei: un drástico cambio político con impacto profundo en la economía
Una alianza más o menos explícita con lo que en la campaña llamaba "la casta" permitió al gobierno dar un brusco giro en el modelo económico. Las consecuencias y los riesgos
12/12/2024 El PaísUna alianza más o menos explícita con lo que en la campaña llamaba «la casta» permitió al gobierno dar un brusco giro en el modelo económico. Las consecuencias y los riesgos
El drástico cambio político que significó la llegada de Javier Milei a la presidencia, tuvo su correlato en la economía. Desde aquella megadevaluación, desregulación de precios y salto inflacionario fundacional, pasó mucha agua hasta llegar a la actual primavera política y financiera. En el medio hubo una pérdida feroz de poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, la pobreza creció, aumentó el desempleo y se derrumbó la actividad económica.
Hubo protestas masivas, represión, tibias rebeliones y épicas agachadas en el Congreso. La detención en Paraguay del senador Edgardo Kueider, un converso que entró por el peronismo y se pasó a la Libertad Avanza, por intentar entrar a ese país con u$s 200 mil sin declarar, sumó tierra a la sepultura del verso sobre el “combate a la casta”. Con estos aliados, el oficialismo en minoría logró aprobar leyes que cambian la vida pública del pais. Lo que no consiguió por los votos parlamentarios lo hizo por decreto, para lo cual también recibió aval tácito del Congreso y la Justicia.
En el medio atravesó momentos de zozobra y corridas cambiarias, hasta que, blanqueo y carry trade mediante, alcanzó en los últimos meses una estabilidad cambiaria y una desaceleración del índice oficial de precios que lo envalentonan a ir por más. La creatividad para el relato estadístico, que compara contra su propio daño, lo afirma en su autopercepción.
Los salarios
La política económica mostró sus trucos y un sector importante de la sociedad y del mundo de los negocios los compró. Celebra el ajuste fiscal aunque se base en el feroz recorte de ingresos a jubilados, provincias y obra pública. Festeja la apreciación cambiaria por encima del dato de las reservas netas y aplaude la apertura importadora pese a que castigue a la industria y destruya miles de puestos de trabajo.
Los pronósticos más pesimistas sobre la capacidad política del gobierno fallaron. Por mérito propio y mucha colaboración ajena, el presidente se consolida deglutiendo al espacio de la antigua derecha y subordinando a gobernadores, popes empresariales y jerarcas sindicales. Las grandes movilizaciones de principios de año contra la ley Bases quedaron en el recuerdo y el fogonazo universitario de mediados de año entró en tiempo de reflujo. En medio de un ajuste feroz en todos los órdenes, el gobierno acaba de dar un golpe cruel a los jubilados, sin pagar costos. La protesta se atomiza y la calle vuelve a empezar desde abajo. La marcha organizada por las CTA abrió sobre el fin de año una ruta para sumar a futuro a quienes consideren que el deterioro de sus condiciones de vida corresponde una reacción.
El 2025 tiene sus desafíos. Pese al verano financiero, las reservas siguen finitas frente a abultados vencimientos de deuda, los precios amagan con un rebote, y si bien la bicicleta financiera construye la estabilidad cambiaria, siempre está el riesgo de que, como en 2018, muchos inversores quieran volver a hacerse de sus dólares. El contexto internacional no aporta certidumbre y los números duros muestran que los principales componentes del PBI no levantan cabeza. En un año electoral, habrá qué otros conejos hay en la galera.