Cada vez más chicos asisten a comedores en Villa María
En algunos se ha duplicado la cantidad de niños que van en busca de un plato de comida. Destacaron que se está perdiendo el hábito de tomar leche porque los padres no pueden comprarla
29/12/2017 MUNICIPIOSEn algunos se ha duplicado la cantidad de niños que van en busca de un plato de comida. Destacaron que se está perdiendo el hábito de tomar leche porque los padres no pueden comprarla
Todos los encargados de comedores consultados por EL DIARIO coincidieron que la situación social se agravó y que son cada vez más chicos los que se acercan en busca de un plato de comida.
La falta de trabajo o los aumentos en los costos de vida son las causas principales por las que los más pequeños de la familia comenzaron a acercarse más a los comedores en los distintos barrios.
Los Peques duplicó la cantidad de niños
Denis Allende, encargado de Los Peques, comedor del barrio Las Playas, contó que actualmente son 74 los chicos que reciben la bandeja con una vianda que preparan para llevar: “Además de los chicos del barrio, comenzaron a venir de Los Chaleces, que antes no venían. Me sorprende mucho como ha aumentado la cantidad de niños. Son gente muy carenciada y con muchas necesidades”.
Allende observó este aumento desde hace aproximadamente seis meses: “Estos últimos meses se notó muchísimo. Se nos ha complicado el armado de los bolsones este año, por ejemplo, porque no pudimos conseguir tantas cosas”.
Para Denis, eso fue una novedad este año, la falta de donaciones que antes sí recibían: “Hace dos o tres años que se está donando cada vez menos. Para los alimentos de todos los días tenemos una campaña de socios o rifas. No tenemos muchos, pero es una gran ayuda. Sumado a lo que podemos ir juntando. También hacemos empanadas para vender y juntar efectivo o alguna tómbola. Nos la rebuscamos para tener efectivo, que no está fácil; hacemos todo a pulmón”.
En este comedor entregan viandas a los chicos tres veces por semana: “Ahora que terminaron las clases la idea es hacerlo de lunes a viernes a partir de enero.
Respecto a la situación de los chicos que asisten, la mayoría tiene padres que tienen trabajo, pero no les alcanza el dinero para alimentarlos: “Son padres trabajadores, pero con el sueldo que ganan no les alcanza para alimentar a todos sus niños”.
Un hecho significativo, que describe la situación que se vive, es que para esta Navidad no pudieron organizar el festejo para los chicos, ya que no lograron recolectar juguetes que alcanzaran para todos: “Al evento lo vamos a hacer para Reyes porque para entregar un juguete a unos y a otros no, preferimos esperar unos días más y tratar de conseguir para todos”.
Para donar juguetes para el comedor Los Peques pueden comunicarse al 154292521.
“Perdieron el hábito de tomar leche”
Marisa Sánchez, encargada del comedor Caritas Felices, del barrio La Calera, contó a EL DIARIO que en los últimos meses, de 70 chicos que asistían pasaron a 90.
“La situación no fue la mejor este año, pero siempre agradecemos a la gente que hace posible todo esto -expresó-. Se nota en el día a día. Había chicos que venían a comer una vez al día, ahora vienen dos y si les das tres, también porque están con hambre porque a veces en la casa no hay”, describió.
Otro tema trascendente que marcó Sánchez es cómo los chicos van perdiendo el hábito de tomar leche: “Me llama la atención que todos pidan mate cocido o té solo, sin leche. Eso es porque en la casa no tienen, lamentablemente es así. Muchas madres dejan la leche para los más chiquitos y los hijos más grandes se van criando sin tomarla. La leche es una necesidad y les hace falta, pero a veces por la situación económica que tienen realmente no la pueden comprar. Cuesta y duele, pero es lo que estamos viviendo”.
“Son 90 realidades distintas y fue un año bastante difícil. Este año para Navidad no pedimos juguetes. Creemos que este año pasó a un segundo plano porque no podíamos darles una muñeca si los vemos y no tienen puesto nada en los pies. Gracias a Dios, los pudimos calzar a todos”, manifestó.
Al igual que Allende, la referente del comedor de La Calera señaló que este año hubo momentos en los que se les dificultó conseguir donaciones de alimentos: “El tema de la carne y el aceite se fue complicando. Hemos notado que antes venían más colaboraciones. Pero no es una queja, nunca nos faltó, es contar la realidad que estamos viviendo”.
“La mayoría son familias numerosas y tienen trabajo, por lo general trabajan por hora, pero realmente no llegan. Hay mamás que no los mandaban al comedor, pero no tienen, no tienen en la casa “, señaló.
De cara a 2018 van a seguir con el mismo empuje: “Estamos dispuestas como el primer día. Ojalá que con los años Caritas Felices no tenga que existir más como comedor, que pueda ser un lugar de contención, de amor y talleres. Pero hoy la situación es así y no se ve que vaya a cambiar muy pronto, eso lo vivimos todos los días. Esperamos que el año que viene las cosas mejoren para que estos chicos tengan una mejor calidad de vida porque se lo merecen, tienen sus derechos y son el futuro”, destacó Sánchez.
“Una quisiera poder paliar un poco más sus necesidades, pero por eso seguimos trabajando y haciendo cosas para ellos”, finalizó.
“Se acercó a donar gente nueva”
Del año pasado a éste, en el comedor de la Asociación Protegidos por María, a cargo de Juan López, se han sumado unos 40 chicos: “Tenemos empadronados a 443 chicos y todas las veces que lo necesitan, les damos harina y leche”.
Para la noche de Navidad, más de 250 personas comieron en la sede de la organización: “Más 264 chicos, más sus padres y madres, a los que les llevamos la comida”.
“Todo lo que logramos es gracias a la gente que dona. Eso lo recalcamos siempre”, expresó López, quien a diferencia de Allende y Sánchez, observa que hay cada vez más donaciones.
“A nosotros nos donaron mucho más que el año pasado, aunque sí vale destacar que es gente distinta a la que habitualmente venía. Se acercó gente nueva que se enteró de nuestro trabajo de boca en boca”, manifestó.
“La situación de la mayoría de los chicos que se acercaron al comedor es que con el sueldo de los padres no llegan a fin de mes: “Muchos trabajan en la construcción y en estos meses se han quedado sin trabajo. Llega esta fecha y se pone más difícil”, finalizó López.