Milei, Caputo y el relato del fin de la crisis

Mientras pisa el dólar para sostener la desinflación y se arriesga a perder más reservas, el Gobierno les bajó línea a sus funcionarios para vender un diagnóstico forzado de mejora económica.

Mientras pisa el dólar para sostener la desinflación y se arriesga a perder más reservas, el Gobierno les bajó línea a sus funcionarios para vender un diagnóstico forzado de mejora económica. Los números muestran que el escenario es heterogéneo y aún está lejos de equiparar el año pasado. Los tres motores de la actividad, aún parados: el comercio minorista no reacciona, la construcción sigue mal y la industria cae algo menos. Economistas de diferentes tendencias analizan la foto real.

Envalentonado por algunos datos aislados y parciales, el presidente Javier Milei le pidió al ministro de Economía, Luis Caputo, que les ordene a los ministros del Gabinete salir a hablar de una recuperación de la economía «con números por encima del año 2023». Lo hicieron casi todos, incluído el titular de Diputados, Martín Menem. Luego de haber trabajado desde enero con un relato de la mejora en «V», la «pipa» de Nike y otros argumentos que no se probaron en cifras, el Gobierno volvió hoy a la carga con una comparación que no describe el escenario actual y fuerza lecturas apresuradas.

Eso no sólo se percibe analizando los datos, sino en la voz de economistas de diferentes tendencias, que fueron consultados por Página I12. Todos coinciden en un título central: que la recuperación es heterogénea, impulsada sólo por tres sectores que ya venían bien (minería, energía y agro) y con tres motores vitales apagados (industria, construcción y consumo masivo). Asimismo, la afirmación de que ya la actividad está en niveles del 2023 es falsa: diferentes estudios muestran que se encuentra entre 2 y 4 puntos por debajo de los niveles que dejó la gestión de Sergio Massa, dependiendo de si en el cálculo se considera el impacto del agro post sequía o no.

Según supo este diario, lo que motivó al Presidente a construir un nuevo relato, parcial, fueron las cifras que el domingo dio a conocer CAME: una mejora intermensual de las ventas de 7,4 por ciento en octubre, y un alza de 2,9 interanual. «Esta subiendo el consumo», agitó el primer mandatario, de acuerdo contaron fuentes que lo frecuentan. En pocos días, el Gobierno tendrá la confirmación de la parcialidad de esa postal. El consumo en supermercados, barrios y chinos mostrará, en octubre, una caída de entre 23 y 24 puntos contra el año pasado. La cifra más alta del año que avisa que el 2024 será un año récord: por primera vez en la historia habrá 12 meses seguidos de baja en las ventas de supermercados, algo que no pasó ni en la parte más feróz del ajuste de Mauricio Macri.

El otro dato que cae como una bomba al relato se conoció en las últimas horas. La Asociación de Fabricantes de Cemento Portland informaron que los despachos del producto clave de la construcción cayeron 20 por ciento interanual en octubre y, también, bajaron 1,3 por ciento contra septiembre. De acuerdo a las cifras de AFCP, este octubre es el peor en 15 años.

En este contexto, la teoría de Milei de mejores números que en 2023 pierde fuerza rápidamente. Haroldo Montagú, titular de la consultora Vectorial, precisó ante este diario que «el cálculo que compara el EMAE de diciembre 2023 con el de agosto 2024 esconde una trampa que es comparar con un mes (diciembre 2023) en donde la devaluación ya se había efectuado. Si comparamos contra noviembre 2023 (pre devaluación) el EMAE de agosto todavía se encuentra 2 puntos porcentuales abajo, es decir, no recuperó». El especialista agregó, además, que si se compara incluso con los meses previos a la devaluación de agosto post paso 2023, el EMAE de agosto 2024 se encuentra casi 3 puntos porcentuales abajo. Como siempre, esto marca los efectos recesivos que tiene una devaluación en el país en materia de actividad económica».

Con el agro y sin el agro, muy mal
En la misma línea se expresó Martín Rapetti, jefe de Equilibra. «La recuperación se está dando, pero no como el Gobierno dice, no hay V ni igualdad con 2023». En un trabajo de su firma se ve que el EMAE total a noviembre del 23, tomando base 100, era de 96,8, y hoy es de 95,3. Ahora bien, sin el agro, el 23 queda con un EMAE de 96,2 contra un EMAE de septiembre del 2024 en 94,6. Lo más impactante es la comparación del consumo masivo: en noviembre del 23 esta por encima del 100 y hoy apenas supera el 80.

Fausto Spotorno, despedido del equipo de asesores económicos del Milei por ser crítico, es uno de los líderes de la consultora de Orlando Ferreres. Es uno de los banca la línea oficial, pero también dice que la realidad no es la que plantea el Presidente. «Hay dos cosas ciertas, una es que la actividad está en recuperación, tocó piso en marzo, lleva seis meses de recuperación. Eso es técnicamente un final de recesión. Ahora, no todos los sectores están en la misma longitud de onda. Autos, electro, motos para arriba, inmobiliario para arriba, pero hay otros que no parecen estar en recuperación, ejemplo el comercio minorista. Está planchado, no está mostrando recuperación, como también pasa con turismo, hoteles y restaurantes».

Con una tendencia diferente a la de Spotorno, coincide en el diagnóstico Federico Machado, de la consultora Open. «Es falso de toda falsedad que la actividad esté a niveles similares a los de noviembre del 2023. Esta en diciembre, pero ahí ya había tenido impacto la devaluación que hizo Milei. Ese índice esconde heterogeneidad, tenes tres sectores que están por encima del año pasado, que son agro, pesca y minería, que tiene que ver con factores no relacionados a la coyuntura macro. Después, todo está muy por atrás del año pasado, sobre todo construcción, industria y comercio, que son los tres más urbanos de la economía. Por eso no se siente en el bolsillo de la gente»

El diablo está en los detalles
Según Audemus, la consultora del ex ministro Matías Kulfas, de 32 sectores hay 14 que están peor que en noviembre del 2023, entre ellos consumo, producción industrial y construcción, este último rubro pasó de una caída del 2 a una del 24. Vale decir que la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió de una caída del 7,4 de la producción en agosto y espera para septiembre una baja un poco menor. Llevan las fábricas 15 meses seguidos en rojo.

Algo similar pasa con la construcción. El Grupo onstruya, que nuclea a los productores de insumos para obra, mostró ventas que pasaron de caer 16,5 en julio a 22 por ciento en septiembre, con despachos de cemento pasando de caer 26 a caer 18. «La recuperación es muy dispar -dice Dany Schteingart, de Fundar y uno de los especialistas más obsesivos con el manejo de las cifras- en el agregado no se ve lo que dice el Gobierno. El último EMAE todavía estaba abajo del 2023. Si le sacamos el agro es aún peor».

A eso se refiere Martín Kalos, titular de EPyCA consultores. «La recesión efectivamente terminó, el problema no es el nivel general de actividad, sino la heterogeneidad que hay en sectores. Hoy tenemos tres sectores que traccionan al alza, que ya venían creciendo porque tienen que ver el agro con el fin de la sequía, la energía en expansión en estos años, ya estaba pasando. El resto de los sectores, los mercadointernistas, siguen en una depresión, 20 o 15 abajo de hace un año atrás, sin mucho motor que dinamice una recuperación. Más allá de algunos nichos de alto poder adquisitvo, que puedan estar subiendo algun consumo, el resto siguen siendo ingresos abajo de hace un año, deprimidos. El consumo puede tener un rebote, pero no va a motorizar una recuperación, no esa que quiere imaginar el gobierno. La inversión tampoco. la recesión se acabó para algunos sectores, pero para otros sigue tan vigente como nunca».

Fuente: Página 12