Un pueblito mágico en Córdoba al que solo se llega en un fascinante viaje en tren
Está ubicado a solo 30 kilómetros de la Capital y cuenta con rincones naturales bellísimos, además de leyendas muy interesantes.
Está ubicado a solo 30 kilómetros de la Capital y cuenta con rincones naturales bellísimos, además de leyendas muy interesantes.
Casa Bamba es una pequeña comuna, ubicada a solo 30 km al noroeste ciudad de Córdoba sobre la Ruta Provincial E-55. Está a orillas del Río Suquía, y sus bellos paisajes rústicos se mezclan con una innumerable cantidad de hoyas y cascadas. Solo se puede llegar a este lugar a través de un lento y sumamente interesante viaje en tren.
La aventura comienza en cualquiera de las tres estaciones de tren ubicadas en la ciudad Capital: la Mitre, ubicada frente a la terminal de ómnibus, la de Alta Córdoba, o la de Rodríguez del Busto, donde debe abordarse el Tren a las Sierras para poder acceder a este particular pueblo, que, además, cuenta con leyendas muy interesantes.
Viajar en tren permite disfrutar del recorrido de una manera especial, “es una experiencia realmente fascinante”, según Lucas Weht, amante de los paisajes de Córdoba y de los lugares muy poco conocidos.
Después del transitar varios kilómetros, pasando la ciudad de La Calera, se llega a este lugar único, al que no se puede arribar directamente en auto. Sí se puede llegar a pie, caminando unos dos kilómetros sobre las vías.
La leyenda del Indio Bamba es la que le da el origen al nombre del lugar: “se dice que era un indio, uno de los primeros pobladores, que trabajaba en una casa y se había enamorado de la hija quienes eran sus ‘propietarios’, porque él trabajaba como esclavo”, contó Weht en diálogo con el programa Girando por mi Provincia, de Radio Universidad, que conducen Ivana Freitag y Cristian Parra.
Ese amor fue correspondido por la joven llamara María Magdalena “y deciden escaparse y se van a vivir a Casa Bamba. De hecho, cuando uno camina por las vías, ya habiéndose bajado del tren en dirección a una de las cascadas, hay una piedra muy grande escrita que dice: ‘acá se cobijó el Indio Bamba junto a María Magdalena. La luna bendijo su bello amor que anidó los sueños de cuatro hijos en este lugar’”.
En ese punto se pueden comprar exquisiteces hechas por los pobladores del lugar, como tortas de chocolate, pastelitos, entre otras delicias.
Un poco más adelante comienza a admirarse el paisaje de las sierras que enmarcan el río. “Es un paisaje de ensueño, para visitar en cualquier época del año”, indicó Weht y describió que en invierno esa zona suele ser abrigada por una espesa niebla, que convierte al lugar en un verdadero cuento.
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El mejor trekking para disfrutar de la naturaleza es visitar la increíble cascada del Indio Bamba. El ingreso al sendero que lleva hacia la cascada aparece al costado de las vías, caminando unos 800 metros desde la estación de Casa Bamba.
Hay que cruzar un puente de madera y remontar el arroyo que cuenta con una hermosa vegetación de bosque nativo. Se podrán ver bromelias, helechos y piquillines en el camino.
La caminata dura una hora y media, aproximadamente, y es de dificultad media -algo a tener en cuenta-.
El lugar es ideal para fotos, ya que los colores, las cuevas, el arroyo cristalino se convierten en postales bellísimas.
Cuando, en algunas partes del trayecto, el camino se divide en dos, hay que optar siempre por la senda que está más cerca del arroyo, ya que este flujo de agua nace en la cascada, el lugar de destino. En el trayecto hay pequeñas ollas y grandes piedras para escalar.
Finalmente aparece la Cascada de las Violetas o -como algunos la conocen- “cascada Indio Bamba”, una caída de agua de unos 7 metros que forma una olla cristalina. Deslumbrante e imponente, sus aguas frías invitan a disfrutar de un merecido y refrescante baño.
